Por las calles de Toledo han convivido pacíficamente judíos, musulmanes y cristianos, quienes dejaron un legado que hoy en día se aprecia en la arquitectura y en callejuelas de esta bella ciudad. Es por ello que Toledo se ha ganado el nombre de ciudad de las tres culturas. Recorre las callejuelas del casco antiguo, explora la Mezquita del Cristo de La Luz y deslúmbrate con las maravillosas vistas de postal del río Tajo engalanando la ciudad desde el Mirador del Valle.
La ermita del Cristo de la Luz es el sitio en el que se muestra el legado histórico y cultural de Toledo. Esta mezquita es considerada un hito de la arquitectura hispano-musulmana y mudéjar.
El Alcázar de Toledo se alza sobre la ciudad, siendo uno de los puntos más emblemáticos de Toledo. Esta fortificación fue construida en el siglo III y se ha mantenido en pie desde entonces.
La catedral de Toledo es una obra maestra del gótico francés, construida en 1227. El templo consta de 5 naves, sostenida por 88 columnas y 72 bóvedas. El interior también es un espectáculo a la vista.
Construido como un convento franciscano por los Reyes Católicos que sería usado como panteón real, el Monasterio de San Juan de los Reyes se ha convertido en una muestra única de arquitectura gótica flamenca.
Ubicado al otro lado del río, ¡el Mirador del Valle es el mejor sitio para apreciar Toledo en todo su esplendor! Desde ahí, se pude admirar el Alcázar en lo alto de la colina, la catedral, el Monasterio de San Juan de los Reyes y la Ermita.
Toledo tiene un clima semiárido, por lo que la mejor época para visitar la ciudad es probablemente durante primavera. A partir de finales de marzo hasta finales de junio, son fechas fantásticas para disfrutar de la ciudad, así como en otoño de septiembre a octubre.
Si lo tuyo es el calor, definitivamente verano es la mejor época para tu visita, donde las temperaturas alcanzan un poco mas de 30°C. El único contratiempo es que se considera temporada alta, por lo que el turismo y las multitudes pueden ser mayores.
Para llegar a Toledo en tren, puedes tomar el tren de alta velocidad AVE que sale de la estación de Atocha y que te llevará a la estación de trenes en Toledo situada cerca del centro histórico, en poco más de 30 minutos.
Otra alternativa más económica es viajar en autobús interurbano. Los autobuses ALSA salen de la estación de la plaza Elíptica, con una frecuencia de cada media hora y tienen una duración de una hora si es un autobús directo.
Si viajas de Madrid a Toledo en coche, puedes tomar la autopista A-42 que va directo del centro de Madrid a Toledo, o la autovía de Toledo y la AP – 41. El tiempo aproximado es de 50 minutos y no hay peajes.
Cuando decidas hacer una pausa y probar algo de comida local, te recomendamos algunos de los platos más típicos de la gastronomía manchega como el arroz a la toledana, la perdiz estofada, el cochifrito, y de postre no dejes de deleitarte con el famoso mazapán de Toledo.
Algunas recomendaciones donde podrás encontrar gastronomía típica, recomendada por locales, son: el bar Ludeña, el Trébol, el Albero, la Mar Salá, el Peñón, el Bohio, el Cigarral de las Mercedes, el Hollejo.
Con un gran patrimonio arquitectónico, Salamanca representa la esencia castellana en su máximo esplendor. Salamanca es mundialmente famosa por su universidad, la universidad más antigua de España; pero esta ciudad ofrece mucho más. Conoce el corazón de esta ciudad en la Plaza Mayor, una de las plazas más espectaculares en España ¡y enamórate de ella!
La plaza mayor de Salamanca es, en definitiva, una de las plazas más espectaculares de España. Construida como un cuadrilátero imperfecto, se destacan los arcos y edificios históricos de una belleza incalculable.
Ubicada en la Plaza de Anaya, esta Catedral es de estilo gótico tardío, es la segunda más grande de España e impresiona por su campanario de 110 metros de altura. Dato curioso: puedes llegar a la catedral vieja por la catedral nueva.
Fundada en 1218 por Alfonso IX, la Universidad de Salamanca es la más antigua de España. En ella han impartido clases personajes como Miguel de Unamuno y ha tenido estudiantes como Hernan Cortés.
Cruzar este antiguo puente romano es otra de las cosas imprescindibles que hacer en Salamanca. Este puente de piedra de más de 300 metros ha sido reconstruido y reparado a lo largo de los siglos, hasta lo que conocemos hoy en día.
Perteneciente a la orden de los Dominicos y construido entre 1524 y 1610, el Convento de San Esteban es uno de los edificios más bonitos de Salamanca. Se caracteriza por su fachada de estilo plateresco, con decoración tallada en piedra.
El clima en Salamanca se caracteriza, como en toda la región de Castilla y León, por tener un invierno frío con heladas comunes. Por esta razón no te recomendamos que visites Salamanca en los meses de noviembre a febrero.
De lo contrario, los meses de mayo a octubre son los mejores meses para visitar Salamanca, en donde hay un clima agradable y pocas lluvias. Considera que durante los meses de junio a septiembre se considera temporada alta por las vacaciones de verano en Europa y el número de turistas en ciudades populares como Salamanca, es mayor.
El tren de alta velocidad ALVIA te dejará en una hora y media en Salamanca desde la Estación de Chamartín de Madrid.
Puedes tomar el autobús Avanza que sale de la Estación Sur de Autobuses Méndez Alvaro en Madrid, tarda dos horas y media aproximadamente en llegar a Salamanca.
Salamanca está a 214 km de Madrid. Puedes tomar la A6, desviarte hacia Ávila y seguir por la A-50.
Salamanca, como muchas ciudades de Castilla y León, es tierra de embutidos. Las diferentes partes del cerdo se consumen de múltiples formas. El cochinillo y los distintos asados se encuentran en muchos restaurantes, y hay embutidos de la zona, como el farinato, elaborado con miga de pan, manteca de cerdo y cebolla que es obligatorio probar.
Algunas recomendaciones donde podrás encontrar gastronomía típica, que visitan los locales y los universitarios de Salamanca, son: la Viga, la Oficina, Café Real, el Bambú, Vinodiario, Corte y Cata, iPan iVino.
A menos de 100 kilómetros desde el centro de Madrid, se encuentra Segovia una ciudad con encanto romano enclavada en la región de Castilla y León. Explora las majestuosas ruinas del acueducto, declarado patrimonio mundial de la UNESCO, visita el Alcázar y la catedral, dos sitios llenos de leyendas e historias, y para cerrar con broche de oro ¡no dejes de comerte un cochinillo o un lechazo al horno!
Construido en el siglo II, el acueducto romano es uno de los sitios más emblemáticos de Segovia. Con más de 30 mts. de altura y 167 arcos, el acueducto perfectamente conservado se impone sobre la ciudad.
El Palacio Real de la Granja es un ejemplo de arquitectura palatina, estilo Versalles, construido por el rey Felipe V en el año 1721 como finca de recreo y casa real, convirtiéndose posteriormente en sede de la Corte.
Situada en la Plaza Mayor, esta magnífica iglesia de estilo gótico sobresale en el horizonte segoviano con su torre de 88 metros de altura y numerosos pináculos. El interior es un espectáculo de colores con sus majestuosas vidrieras.
El Alcázar de Segovia es uno de los sitios más emblemáticos de la ciudad, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO. El Alcázar fue construido en un lugar estratégico, sobre una colina situada entre los ríos Clamores y Eresma.
Si subes por la calle Cervantes, dejando el acueducto a tu espalda, te encontrarás a mano izquierda con el Mirador de Canaleja. Desde allí, se ve toda la cuidad de Segovia con la imponente Sierra Guadarrama de telón de fondo.
Sin duda, la mejor época para visitar Segovia es en primavera, cuando la temperatura es muy agradable y no suele llover. El verano también es buena época, aunque la temperatura es cálida y seca, ronda los 30 grados. El otoño también es una buena época para visitar Segovia, los arboles toman un hermoso color ocre y las calles se llenan de hojas. Las temperaturas no son excesivamente frías. El único inconveniente del otoño es que es muy inestable y existe una gran posibilidad de lluvia.
Toma el tren AVANT, de alta velocidad, que sale desde la Estación de Chamartín y te deja en la estación de Segovia Guiomar en menos de media hora.
Puedes tomar un autobús interurbano de la compañía AVANZA o de la compañía la Sepulvedana, que salen del Intercambiador de Transportes de Moncloa. El trayecto de Madrid a Segovia en Autobús es de 1 hora, 20 minutos.
Si decides viajar en coche de Madrid a Segovia, puedes tomar la autopista de peaje, la A6 y AP61, tardarás 1 hora y 10 minutos en llegar a Segovia. Si prefieres la opción de no pagar peajes, tendrás que ir por la M607 y en 1 hora 30 min llegarás a Segovia.
Si hablamos de comida de Segovia estamos convencidos de que solo una cosa te puede venir a la mente: el cochinillo. En efecto, ese es el plato típico y más querido de la ciudad, y sin duda deberías probarlo si estás de visita. Para comer el mejor cochinillo de Segovia hay muchos mesones y restaurantes especializados en este plato, como: Restaurante José María, Restaurante Mesón de Cándido, Restaurante – Bar El Sitio, Restaurante El Bernardino.
Además de los restaurantes donde la especialidad es el cochinillo, te recomendamos el Restaurante Pasapán, el Restaurante Claustro, la Panera, de bote en bote.
La ciudad de Ávila, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es conocida por sus formidables murallas medievales que rodean el casco histórico medieval de la ciudad. Dentro de las murallas perfectamente conservadas el tiempo parece haberse detenido.
Símbolo de la ciudad, la muralla tiene un perímetro de 2516 metros y forma casi rectangular, es de las pocas en el mundo que está completa junto con la muralla de Segovia y Lugo.
Otra de las visitas imprescindibles en Ávila es su catedral. La catedral de Ávila es pionera en muchos aspectos. Es la primera que introdujo el estilo gótico en su construcción, siendo la catedral gótica más antigua de España.
La plaza del Mercado Chico es la plaza mayor de Ávila y se encuentra situada intramuros en el corazón de la ciudad. La plaza es totalmente peatonal y ahí se encuentra el Ayuntamiento de Ávila y en frente la iglesia de San Juan Bautista.
Es el centro de la ciudad donde te encontrarás con la puerta más grande de acceso a la zona amurallada, la Puerta del Alcázar, también con la Iglesia de San Pedro, y una zona llena de productos típicos y Yemas de Ávila, ¡por supuesto!
Esta iglesia construida entre los siglos XII y XIV, es uno de los mejores ejemplos de estilo románico de España en el que destaca el portico, los tonos rojizos por su construcción con piedra caleña y por su magnífico frente.
La mejor época para viajar a Ávila en España es de junio hasta septiembre, donde tienes un clima agradable o clima cálido y apenas precipitación. La temperatura máxima promedio en Ávila es 29°C en julio y de7°C en enero.
Durante los meses de junio a agosto se considera temporada alta en Europa por las vacaciones de verano, por lo que al ser una ciudad turística probablemente encontrarás mayor número de visitantes en estos meses.
Toma el tren que sale de la estación Príncipe Pío, al lado del Palacio Real. Puedes llegar hasta allí con las líneas C1, C7 o C10 de cercanías o las líneas 6 y 10 del metro de Madrid. También hay unas pocas salidas para ir de Madrid a Ávila desde la estación de Madrid Chamartín.
El autobús es la opción más barata para ir de Madrid a Ávila. Se tarda aproximadamente 1 hora 20 minutos en llegar a Ávila. Los autobuses salen desde la Estación Sur de Madrid – Méndez Álvaro, cerca de Atocha.
La ruta más rápida para ir de Madrid a Ávila es la autopista AP-6, donde hay que pagar un peaje de 9,60€. El trayecto dura 1 hr 20 min. Si prefieres ahorrarte el peaje y tardar media hora más, puedes circular por la carretera regional M-505 pasando por San Lorenzo del Escorial y La Cañada antes de llegar a Ávila.
Ávila posee una gran riqueza patrimonial, tanto histórica como artística, así como una excelente oferta gastronómica. Este legado cultural y la mezcla de diversas culturas han dejado un toque culinario en la ciudad.
Los restaurantes que te recomendamos para probar las delicias de la gastronomía castellana local son: Restaurante Sanjuaniego, Restaurante Gredos, Bococo, Los Candiles, Alcaravea, Siglodoce.
¿Alguna vez has imaginado comer dentro de una cueva, o dormir en una "casa colgada"? Esto y más lo encuentras en la ciudad encantada de Cuenca. Rodeada por los ríos Júcar y Huécar, con formaciones rocosas extrañas y un casco histórico que ha sido declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, Cuenca es un regalo de la naturaleza y de la creación ser humano.
Las casas colgadas son los edificios más emblemáticos de la ciudad. Son tres las casas que tienen balcones en voladizo sobre la Hoz del Huécar, de las que se discute si tienen origen medieval o musulmán.
El barrio de San Martín es donde se encuentran los famosos "rascacielos" de Cuenca. Dan hacia la calle Alfonso VIII, donde cuentan con tres y cuatro alturas.
Una de las mejores cosas que hacer en Cuenca es acercarse a sus miradores con vistas a los ríos Júcar y Huécar, a la ciudad y al entorno montañoso. Los miradores más famosos son el Mirador Florencio Cañas, el Mirador del Castillo, el Mirador hoz del Júcar y el Mirador del Rey.
Situada en la Plaza Mayor, es el templo religioso más importante que visitar en Cuenca. Esta catedral fue construida en el 1177 por orden del Rey Alfonso VIII sobre una mezquita árabe.
La mejor época para viajar a Cuenca en España es de mayo hasta septiembre, donde tienes un clima agradable o clima cálido y apenas precipitación. La temperatura máxima promedio en Cuenca es 30°C en julio y de7°C en enero. El tiempo y el clima de Cuenca son adecuados para unas vacaciones de sol.
Obviamente en puentes y Semana Santa el turismo crece sustancialmente. Como hay que tener en cuenta que la visita a Cuenca también incluye la provincia, en este caso te recomendamos que vayas en primavera.
Toma el tren de alta velocidad AVE que sale desde la Estación de Atocha y te deja en la estación de Cuenca Fernando Zóbel en menos de una hora.
Toma un autobús de la compañía Avanza que sale de la Estación Sur de Autobuses Méndez Alvaro en Madrid y llega a la estación de Fermín Caballero de Cuenca. El trayecto es aproximadamente de 2 horas y media.
Para llegar a Cuenca desde Madrid, toma la A-3 y, a partir de Tarancón toma la A-40. En aproximadamente una hora y 50 minutos estarás en Cuenca.
La capital conquense es una ciudad relativamente barata para comer. Se pueden encontrar restaurantes muy interesantes y modernos con precios razonables y otros más tradicionales en los que se puede tapear por muy poco dinero.
Te recomendamos visitar: el Mesón Plaza Mayor, la Tasca del Arte, Asador de Antonio, Moniamour, Sala Cinco CB, Cafetería Cuatro Caminos.
Con la apertura de los museos y otras atracciones turísticas en junio, el país ha eliminado todas las restricciones para viajar dentro del país. Se permite la libre movilidad en todo el territorio y los viajes entre provincias.
España abrió sus fronteras para todas las naciones europeas el 21 de junio, junto con la eliminación de las restricciones de cuarentena a partir de julio.
España se ha recuperado considerablemente bien y ha controlado muy bien la situación de la pandemia. Todas las ciudades de España son bastante seguras para viajar, siempre que se mantengan las precauciones estándar.